No sé si maldecirte a ti o hacerlo conmigo, pero creo que hoy te detesto más que otros días “con la mitad del odio que guardo para mí” diría Sabines. Déjame respirar, volver al lugar en donde puedo estar sin que el mundo me moleste, vuelve a abrazarme sin pedir nada a cambio. Regálame esa sonrisa que sólo yo te conozco y mírame con ganas de un beso y no más.
No te necesito contándome las fantasías que no te dejo realizar, hablando como si fuera la mujer a tu disposición para satisfacer tus instintos, poniendo entre tú y yo una relación absurda, de tacto y no más, quizá lo sea, pero me repugna la manera en que tú la dejas en nada y me cuentas de qué forma quieres que diga tu nombre.
Es cuando te conviertes en un “completo idiota” y no sé lo que quieres de mí. Te extraño, lo que me mostrabas semanas atrás, incluso la primera vez que nos besamos y llovía.
1 comentario:
hey!!!tsssss me lates, me gusta sy em atares XD es muy raro que topemos con quien escribe como nso gusta que escriban, tu em gustas hasta ahora al cien por ciento muy buen blog d everdad!!!!
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