Entiendo perfectamente que TODO acabó y es momento de cerrar esa etapa de mi vida, pero si te soy sincera no puedo hacerlo, y tampoco sé si quiero. Fueron demasiadas cosas en el mismo lugar, tantos besos y abrazos, los días en que quién sabe si era felicidad lo que teníamos y a ¿quién le importa? yo sentía que tocaba el cielo y que estaba en el lugar indicado. Te creí todas las veces que dijiste amarme y confíe en ti quizá más de lo que debía.
¿Qué nos pasó? Nos dimos cuenta que crecer juntos era más complicado que soñar despiertos, nos faltó comunicación real, los miedos e inseguridades nos mataron el amor que nos teníamos y no fuimos capaces de hacer frente al problema del hastío. En este momento no sé qué pensar, quizá era necesario que pasara así, para no seguir sacrificando cosas en vano y para no terminar odiándonos.
Tiemblo porque pierdo de vista tu existir pero tengo claro que no quiero encontrarte una vez más sólo para saber que alguien más ahora ocupa el espacio entre tus brazos y tus sueños. Hoy en mis ojos quiero luz y no termino de encontrarla, quiero tregua!!
No sé porque vuelves a aparecer a ratos, pero supongo que sólo es para saber cómo estoy.
Gracias por TODo lo que pasamos juntos y lo que me diste, hoy tomo lo que me pertenece y lo demás lo devuelvo. Aún es curioso que el día en que ibas a escuchar “Nada Contigo” el iPod murió como dando una señal divina, anoche tenía unas ganas inmensas de llamarte, pero el universo nos trata de manera curiosa...
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